martes, 14 de septiembre de 2010

LA PATRIA



Fue en 1959 por decreto del presidente Adolfo López Mateos, cuando se creó la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg), cuyo objetivo fue editar y distribuir los libros escolares para todos los niños que cursaban la primaria.

En esa época la educación no tenía los mejores resultados: de cada mil niños que ingresaban a la primaria, 866 desertaban antes de terminarla. De los 58 que cursaban la secundaria, sólo la concluían 12. A la educación superior se registraban seis y no terminaban cinco. En ese contexto fue hacia 1960 cuando se entregaron las primeras ediciones de LTG.

Con la celebración del 150 aniversario de la Independencia de México y el 65 de la Revolución Mexicana, surge la idea de retomar estos acontecimientos y plasmarlos en las primeras portadas de los libros.

Esta propuesta fue entregada al escritor Martín Luis Guzmán, empresario del ramo editorial y nombrado director de la Conaliteg, quien convocó en 1960 a grandes muralistas como: David Alfaro Siqueiros, Roberto Montenegro, Raúl Anguiano, Alfredo Zalce, Fernando Leal, José Chávez Morado, entre otros, a quienes les propuso pintar cuadros con características específicas referente a los símbolos patrios o pasajes de la historia.

La primera obra que llegó a manos de los niños mexicanos fue la de Alfredo Zalce, la cual retrata al pueblo armado dispuesto a la lucha por un cambio, nos muestra también un campo productivo y una industria floreciente.

Dos años después se decide modificar estas portadas con una obra de Jorge González Camarena: “La Patria”, una alegoría que muestra una figura materna, una mujer protectora, fuerte que tiene los brazos abiertos y al mismo tiempo es cobijada por las alas del águila mexicana, la bandera tricolor de nuestro país y en una mano sostiene un libro en donde se desprende la sabiduría para el pueblo.

El cuadro de “La Patria” deja ver el mestizaje puro de la mujer indígena en donde González Camarena tuvo de modelo a una tlaxcalteca de nombre Victoria Dorantes.

Esta imagen se mantuvo vigente durante diez años y se editaron 400 millones de ejemplares..

Imágenes como las de González Camarena, “son queridas más allá de nuestras fronteras, pues en los núcleos de población migrante de Estados Unidos también se emocionan mucho cuando la ven”.

A decir de la SEP, los libros de texto gratuitos con sus portadas de grandes pintores y muralistas, se distribuyen con el fin de provocar un impacto artístico, es decir, es una invitación para que los niños quieran después conocer la obra completa del autor.

Con este proyecto —que permanece vigente hasta nuestros días— la Conaliteg busca difundir las obras más significativas de artistas mexicanos y extranjeros a través de convocatorias que hace la Secretaría de Educación Pública.

Los mejores del mundo

Además de la difusión a través de los libros de texto gratuitos, la Comisión elabora otros volúmenes donde recopila obras artísticas de los muralistas más famosos o vitrales de México, música, poesía, dramaturgia. Estos libros se encuentran en las bibliotecas de las escuelas primarias y secundarias para consulta general.

Por lo que respecta a los derechos de autor hay un catálogo con las obras publicadas en los libros de texto y que pertenecen a la Conaliteg; a los autores se les pagó por estas creaciones. Aunque hay otras que se publicaron, pero no entran en el catálogo y cuyos derechos patrimoniales pertenecen a los artistas o su familia.

También hay pinturas que se exhiben en los libros de texto pero que no están en exhibición pública, pues debido a su antigüedad se cuida la integridad de la obra, y sobre todo, porque están en acervos como de la UNAM.

“La Conaliteg trabaja para que las publicaciones se elaboren con la mejor calidad, que sean atractivas; incluso la UNESCO ha afirmado que los libros de texto gratuitos mexicanos son los mejores de todos los países de habla hispana, tanto por el material que utiliza como por el contenido”

México y los libros de texto con sus artísticas portadas, son únicos en el mundo; en países como China y Estados Unidos por ejemplo, los tomos son propiedad del Estado. Además también se entregan obras para aquellos niños con necesidades educativas especiales como ciegos y débiles visuales.

Para este sector de la población infantil se producen libros en sistema Braille y en macrotipos. Asimismo, la Conaliteg informó que una vez aprobada la Reforma Integral de la Educación Secundaria (RIES), se producirán ediciones para educación secundaria en el sistema mencionado, “pues para esta propuesta se cuenta con la maquinaria, el equipo, los técnicos y el personal especializado”.

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